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A pocos metros nos encontramos con las míticas Ramblas, donde Barcelona late de vida. Atraviesa la antigua Barcelona y desciende hasta el Mar Mediterráneo. Las Ramblas, a las que el célebre dramaturgo inglés Somerset Maugham definió como:” la más bella calle del mundo”. Todo el que visita Barcelona debe pasear por ellas, donde coinciden puestos de flores y de artesanía, artistas callejeros, señoriales edificios y transeúntes de todas las nacionalidades.
Siguiendo el paseo por las Ramblas se llega al Gran Teatre del Liceu, el más importante teatro lírico de la ciudad. Construido en 1847, arrasado por un incendio en 1994 y reconstruido en sólo 5 años. El majestuoso escenario ha sido testigo de grandes óperas. Siguiendo el paseo, nos encontramos con el antiguo Mercado de la Boquería, un espacio de más de 2000 m 2 con deliciosos puestos de comida, local e internacional, premio reciente al mejor mercado del mundo. Este mercado le ofrece una de las experiencias sensoriales más impactantes de toda la ciudad, con los productos más frescos de toda España, inspirador de las más altas cocinas. Se recomienda perderse entre sus puestos o sentarse en alguno de sus bares a degustar deliciosas tapas. También resulta interesante una vista al singular edificio del Antiguo Hospital de la Santa Creu, hoy sede de la Biblioteca Nacional de Cataluña.
Muy cerca, el Palau de la Virreina, un extraordinario edificio donde se celebran sugerentes exposiciones de arte contemporáneo. Un espacio vanguardista con exposiciones temporales, en general de fotografía. Antes de llegar a la Plaza Cataluña, no olvide parar en la Font de Canaletes; dice la leyenda que quien bebe un poco de agua de su fuente, vuelve a Barcelona.
