Con reminiscencias de la época romana, es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, con ancestrales monumentos y preciosas plazas. No se puede perder la encantadora Plaza de San Felipe Neri o la majestuosa Plaza Real, a tan sólo 2 minutos caminando desde el Hotel Gaudí; en ella podrá contemplar las farolas diseñadas por Gaudí. Por las estrechas callejuelas medievales del Barrio Gótico pululan cada día miles de personas, turistas y locales, la verdadera alma de este emblemático barrio, lleno de restaurantes, tiendas e iglesias, como la espléndida Catedral Gótica de Barcelona y la célebre Iglesia de Santa María del Pi, en la pintoresca Plaza de San José Oriol.
Las antiguas murallas romanas que rodean el Barrio Gótico esconden el Templo Romano de Augusto y la extraordinaria Plaza del Rey con su medieval Palacio Real, donde se halla el Museo de Historia de la Ciudad (MHCB). También resulta muy interesante visitar la Sinagoga Mayor, a la que algunos consideran la principal sinagoga medieval. Cerca de la misma, el medieval Palau de la Generalitat, sede del gobierno autónomo de Cataluña.